jueves, 3 de septiembre de 2009

Anecdotas de mi viada 1 parte, una gran lección

Tendría yo unos nueve años mas o menos y vivía en un cortijo, en aquellos entonces eramos once hermanos porque al día de hoy nos hemos quedado en diez, bueno a lo que iba, vivíamos en un cortijo y mi hermana la mas pequeña de cinco hembras como se decía antes que habíamos tendría unos cuatro meses, tuvo un percance y pudo acabar mal por culpa mía.

Recuerdo que estaba en una cuna de estas de las antiguas que eran de hierro con las patas en forma de balancín como una mecedora para mecer a los nenes cuando lloraban. yo estaba sentada en un lateral meciéndome en la cuna, al lado de la cuna había una palangana o lava manos que aun los hay donde mi hermana la mayor que tenia unos 15 años o 16 estaba pintando el suelo del dormitorio de mis padres que eran de cemento no recuerdo bien que tipo de pintura se utilizaba lo que si se es que se le echaba un colorante para darle color al suelo, este era un rojo granate y estábamos mi hermana , la cuna y yo meciéndome en ella al lado de dicha palangana, recuerdo que me decían, Barby no te mesas en la cuna que tiras a la niña, la Barby ni caso, Barby no te mesas, ni caso.....jolín tanto me mesí que voltee la cuna y mi hermana la pequeña vino a caer dentro de la palangana donde la pintura, mira la Barby salio corriendo pies en polvorosa, me perdí del mapa y yo no se si mi hermana se había puesto roja, amarilla o de que color, a mi lo que me importaba y me asustaba es que me pillaran y me pegaran y no sabia ni lo que le había pasado a mi hermana.

Recuerdo que en aquellos momentos se encontraban los dueños del cortijo (los señoritos) y el encargado del cortijo y su mujer que son mis padrinos, salieron con la niña corriendo a la calle y tranquilizaron a mi pobre madre diciendo que la niña no había tragado pintura y no pasaba nada, solo lavarla bien lavadita y ya estaba.

Me llamaron no se las cuantas de veces pero la Barby no salia y mira que me decían que mi hermana estaba bien que no le había pasado nada y que no me iban a pegar pero yo le temía a mi padre y a sus represalias y el tortazo en el culo o si cogía en cinturón ya ni me acuerdo casi.

A mi ya no me encontraba ni Paco Lobaton pero bueno al final salí y cierto no me pegaron estaba tan asustada que no sabia ni como iba a reaccionar, por suerte todo quedo en un susto y una gran lección para mi, que asquito le cogí a aquella cuna a la pintura y a las palanganas pero bueno las travesuras de un niño cuando no hacemos caso traen graves consecuencias, por suerte la mía acabo bien y mientras me acorde nunca le hice nada malo a mi hermana la pequeña ni toque la susodicha pintura del suelo aquella roja de color granate ni la puñetera palangana aun al día de hoy huyo de dicho utensilio del hogar las veo y se me ponen el vello de punta.

las grandes travesuras o por pequeñas que sean, pueden acarrear malas consecuencias, en aquellos tiempos era una niña revoltosa por no decir una niña mala (BAD)



Moraleja; si hacemos caso de nuestros padres o hermanos mayores para bien aprenderemos algo de ellos, yo lo aprendí y estoy tan contenta

visto y leído aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario